Argentina, la nación mestiza

Persiste en nuestra cultura, un pensamiento histórico mítico: “Argentina es un país sin identidad”, algunos son europeos otros no se sabe bien que somos, y éste está en nuestro imaginario marcando vacíos y falta de valores colectivos.

El sentido de nación, como tal, se ha visto reflejado en momentos críticos de nuestra historia, o bien por fiestas como la organizada recientemente por el bicentenario de la Revolución de Mayo.

Existe una primera matriz cultural que deriva de la llegada del hombre a América, hace decenas de miles de años. El poblamiento y la adaptación a los distintos ambientes de los primeros pobladores americanos, han tenido como resultado una multiplicidad de culturas en el territorio.

Con la llegada de los conquistadores en el s. XVI, se origina el enfrentamiento entre estas dos matrices culturales y surge una tercera, que podríamos denominar matriz original hispano-indígena de la que se desprenderá nuestro verdadero perfil cultural.

A partir de la llegada de los españoles las parcialidades aborígenes atravesarán distintos procesos, por lado van a estar los que vivirán libres en la resistencia durante siglos, y por otro, los que ingresaron al mestizaje a través de la dominación blanca.

El mestizaje como tal, es la matriz original de la identidad de la nación argentina.

Entre 1857 y 1926, se dan los primeros aluviones inmigratorios generando una segunda matriz cultural en Argentina.

La dinámica cultural, promueve la inmigración y la interrelación entre diferentes núcleos poblacionales.

La cultura aborigen, preserva sus tradiciones, que no son compatibles con los demás núcleos poblacionales. Inmigrantes y criollos van desarrollando las peculiaridades sociales económicas y políticas que van a configurar una estructura productiva contraria a la de las etnias aborígenes, dando arranque al proceso de exclusión de los nativos de sus territorios ancestrales y a la exterminación en caso de resistencia.

Históricamente el modelo de ocupación rural, el latifundio, la continua expansión de las fronteras del área de cultivo y las transformaciones territoriales por demanda del mercado mundial, han transformado a las culturas nativas.

Así, una parte significativa de los investigadores y académicos que se han especializado en el tema sostienen que la relación de los pueblos originarios con los conquistadores españoles, primero, y con el Estado nacional, a partir de mediados del siglo XIX, ha estado definida por el sojuzgamiento militar, el etnocidio, la expulsión o incorporación al sistema de expansión agrícola-ganadero y agroindustrial de los sobrevivientes, de acuerdo al modelo de desarrollo económico preponderante en cada región. Todo ello en sintonía con el intento de aculturación mediante distintos programas estatales y de evangelización y cuyas consecuencias se observan en la des-estructuración de las modalidades prototípicas de organización social, política y económica, la expropiación territorial y la degradación, cuando no la depredación de los recursos naturales que configuraron su base de sustentación económica y sociocultural”

(Trinchero, 1987; Trinchero, Piccinini y Gordillo, 1992; Balazote y Radovich, 1992; Vázquez, 2000; Hidalgo y Tamagno, 1992; Bechis, 1992; Golluscio, 2002).

martes, 9 de noviembre de 2010

Masiva marcha de Pueblos Originarios en el Bicentenario

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Desde distintos puntos del país, comunidades indígenas protagonizaron una multitudinaria movilización que llegó hasta Plaza de Mayo. En vísperas de la conmemoración por los 200 años de la patria, reclamaron la conformación de un Estado plurinacional y el reconocimiento de sus derechos ancestrales. (Vea el video)
Hoy, la Marcha Nacional de Pueblos Originarios llegó a Buenos Aires en una masiva convocatoria que confluyó a más de 30 comunidades indígenas, las cuales arribaron desde distintos puntos del país para reclamar la conformación de un Estado plurinacional, el reconocimiento de sus derechos y la protección de su cultura e idioma, entre otras reinvidicaciones ancestrales.

En horas de la tarde, la multitudinaria columna llegó a Plaza de Mayo, donde culminó el camino que sus integrantes comenzaron a recorrer el pasado 12 de mayo, desde sus respectivas provincias. Agrupados bajo el lema "Caminando por la Verdad hacia un Estado plurinacional", los pueblos kolla, mapuche, qom-toba, diaguita, lule, huarpe, wichí, mocoví y guaraní, se reunieron en pleno centro de la capital "para reconstruir el diálogo político con el Estado argentino", según argumentaron los organizadores en un comunicado. En tanto, por la noche, esperaban ser recibidos por la presidenta Cristina Fernández, siendo representados por Milagro Sala, líder jujeña de la agrupación Tupac Amaru.

De esta forma, Huayna Tuzzi, representante de los pueblos originarios, manifestó que “ningún gobernante puede garantizar un verdadero proceso de cambio si no está en la conciencia del pueblo organizado, esto tiene que ver con un Estado plurinacional, pluricultural y pluriétnico, porque para nosotros todavía existe la colonización, queremos que a nuestros hermanos realmente se los tome en cuenta. Somos todos originarios de la Pachamama”.

Asimismo, en dialogo con este medio, afirmó que el reclamo de su comunidad también tiene un interés de conservación del medio ambiente. “La Madre Tierra está en peligro. Queremos que se termine la contaminación de la tierra, de la cual son responsables las mineras, las sojeras, con el apoyo de los gobiernos, queremos que esto se termine. Y no es solamente criticar, cada hombre y cada mujer, tiene que tomar su lugar de lucha”, expresó.

A días de los festejos por el 25 de Mayo, esta manifestación le dio visibilidad a un sector relegado por la sociedad. Así lo consideró el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien explicó que en estos 200 años, la Patria adeuda “el derecho de los pueblos originarios a la tierra, la educación, la salud, a la biodiversidad, también a que el país se reconozca como un país plurinacional”. A su vez, Pérez Esquivel agregó: “Porque aquí siempre se marginó a los pueblos originarios y ahora estamos viviendo un momento muy importante: que se los reconozca como parte integral del pueblo argentino. En este Bicentenario no tenemos que festejar, pero sí reflexionar sobre los valores que crearon nuestra identidad como país y el reconocimiento a los pueblos originarios”.

Con respecto al recibimiento de la presidenta a los representantes indígenas, el premio Nobel de la Paz advirtió que “los gobiernos tienen que involucrarse, porque no puede ser que los pueblos originarios estén reconocidos en la constitución nacional y después no los reconocen y les continúan quitando las tierras.Les están robando la biodiversidad, haciendo grandes desmontes...entonces uno se pregunta qué país tenemos y queremos”, concluyó, dejando un interrogatorio abierto en vísperas de una fecha histórica. 

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